Freidoras industriales

Freidoras industriales a gas y eléctricas para hostelería. → Encuentra el modelo ideal para tu negocio con calidad profesional y al mejor precio.
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Disponemos de todo tipo de freidoras industriales, eléctricas, de inducción o a gas, con más potencia o con más capacidad de cuba. Hay freidores simples o dobles, con o sin grifo de vaciado. Escoge siempre según lo que vayas a necesitar y si tienes dudas, entra en el blog de Segismundo y resuelve todas tus dudas con el post ¿Te vas a comprar una freidora?

Freidora industrial, precios y modelos

A la hora de elegir una freidora industrial para la cocina de tu restaurante debes tener claras unas cuantas cosas para no equivocarte y acabar pagando más de lo necesario o al contrario, por ahorrarte unos pocos euros acabar teniendo una máquina que no cubre tus necesidades y por lo tanto, no te sirve y has tirado el dinero.

Los precios de las freidoras van desde 150€ hasta 5.000€ así que debes saber que uso le vas a dar a tu freidora y eso definirá el precio final que te debes gastar. Si vas a freír cuatro patatas fritas o cuatro croquetas caseras, con una freidora de 150€ es suficiente pero si por el contrario vas a freír 20 kilos de papas congeladas y 200 croquetas y además lo tienes que hacer en el servicio de comidas, entonces necesitas una freidora industrial potente y de gran capacidad y esa ya no cuesta 150€.

La variedad de freidoras que hay en el mercado es enorme, tanto en tamaños como capacidades, potencias y tipos de freidoras. En cuanto a los tipos hay dos predominantes, las eléctricas y las de gas.

Freidora industrial eléctrica

Las freidoras eléctricas son algo más caras que las freidoras industriales de gas pero mantienen mejor el calor y por más tiempo. Dentro de las freidoras eléctricas las hay:

  • De una sola cuba o de dos cubas. Esto está bien cuando quieres freír dos alimentos a la vez sin que se mezclen los sabores evitando contaminaciones cruzadas. La capacidad de la cuba puede ir desde los 3 litros a los 15 litros y eso determinará la potencia de la freidora y la capacidad de producción.
  • Con grifo de vaciado o sin él. El grifo de vaciado del aceite te permite limpiar la freidora de forma más sencilla. Esto es muy útil cuando la freidora es de muchos litros de capacidad, pesa mucho y es incómoda de manejar.
  • Con termostato para control de temperatura. Si la freidora es doble tendrá dos termostatos individuales para usar una o las dos cubas. El control de temperatura es muy útil cuando quieres mantener el aceite caliente para cuando lleguen los clientes y así dar un servicio rápido pero no quieres que esté demasiado caliente y se queme el aceite.
  • Interruptor de seguridad y limitador. Actualmente ya todas las freidoras llevan un corte de seguridad cuando la temperatura sube por encima de los límites de seguridad.
  • De sobre mesa o con mueble incorporado. Las freidoras eléctricas pequeñas de sobremesa ocupan poco espacio y se pueden poner encima de cualquier mesa de acero y las freidoras con mueble son más grandes y normalmente son un módulo integrado dentro de la cocina. Las cocinas industriales profesionales se suelen montar con módulos con las mismas dimensiones.

Freidora industrial de gas

Las freidoras industriales de gas alcanzan mayores temperaturas que las eléctricas y de forma más rápida pero también pierden el calor antes que las freidoras eléctricas. La freidora industrial a gas suele ser algo más económica que la freidora eléctrica industrial. La freidora eléctrica la puedes poner en cualquier sitio de la cocina mientras que la freidora a gas se tiene que poner al lado de la bombona de butano o donde está hecha la instalación de gas natural.

Estas son las diferencias básicas entre el modelo eléctrico y el de gas. Las freidoras a gas al igual que las eléctricas se comercializan con una o dos cubas, con grifo de vaciado o sin él, con control de temperatura y con control de seguridad. Las freidoras industriales de gas además cuentan con encendido piezo-eléctrico (termopar) o con encendido manual mediante un mechero o una cerilla. Estas últimas, por seguridad y comodidad, ya casi no se comercializan.